martes, 16 de octubre de 2012

Una experiencia divertida.

procedencia de la imagen

Os voy a contar una experiencia divertida de mi infancia. La verdad es que tengo muchas, pero sobre todo me acuerdo de un día que estábamos en clase de Plástica. Mi profesor se llamaba Abran.

El profesor llegó a la clase, dijo lo que teníamos que hacer en esa hora, se sentó en la mesa y se puso a trabajar. Mientras que estábamos trabajando, también estábamos armando un poco bastante.

Lo divertido es que yo estaba hablando con mi compañera de al lado, y mi primo Ángel, sin que yo me diera cuenta, vino y me desató los cordones de las deportiva y después los ató a la mesa. Yo vi a mi primo Ángel  debajo de la mesa y le dije "Ángel, qué haces", y me dijo "nada, que se me ha perdido la goma". A mí no me convenció mucho, pero como estaba muy concentrada en la conversación que estaba teniendo con mi compañera, pues no  le hice caso para que se fuera rápido y poder seguir hablando.

Al rato, yo estaba buscando mí bolígrafo, y mí bolígrafo lo tenía mí primo Ángel, por lo que me fui a levantar, pero me di cuenta de que no podía mover los pies, entonces me agaché y tenía los cordones atados a las patas de la mesa. Me puse como una histérica, levantándome para ir a pegarle, sin darme cuenta de que no podía, con lo que que me caí arrastrando la mesa y todo lo que tenía encima de la mesa. 


Estaba muy enfadada por lo ocurrido, pero a la vez me estaba riendo porque me parecía gracioso, y y porque no me podía creer que todo eso lo hubiera hecho mi primo sin darme cuenta.  

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