viernes, 30 de noviembre de 2012

mujer en salamanca.

El principal problema que nos encontramos a la hora de definir la Historia de las Mujeres en la Edad Media, es su ausencia en las fuentes escritas, por lo que no es fácil rastrear sus actividades diarias, sus posicionamientos o pensamientos sino que lo poco que sabemos es a través de los escritos masculinos
Por eso hay que ser cuidadosos a la hora de tener o no por válida la imagen que los clérigos, los únicos que sabían escribir, dan sobre la mujer. A pesar de esta dificultad, hoy en día conocemos a grandes figuras como Leonor de Aquitania, Juana de Arco o Christine de Pisan, así como muchos elementos de su vida cotidiana: podemos conocer qué comían, a qué se dedicaban, cómo cocinaban, qué vestían, etc.
Es realmente difícil determinar si hubo una evolución o un retroceso en la situación de la mujer en la Edad Media. Fueron diez siglos en los que la sociedad, la cultura y las costumbres sufrieron muchas variaciones. Por ejemplo, España comenzó el siglo VIII con tres religiones conviviendo: la judía, la musulmana y la cristiana, que son, además, tres formas distintas de pensar, entender, definir y construir a la mujer.
Si avanzamos en el tiempo, nos encontramos con una Europa - incluida España- cristiana, en la que la Iglesia va tomando poco a poco parcelas de poder; entre ellas, las referidas a la moral. Este orden se ve reforzado por un sistema social muy rígido, marcado únicamente por el nacimiento, donde las diferencias de clase son claras.
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